Alimentarse en invierno

En el caso del invierno, los cambios que afectan nuestros ritmos circadianos son las reducciones de las temperaturas y la disminución de las horas de luz, provocando así alteraciones en nuestra tasa metabólica, debido a que esta debe ser regulada por las oscilaciones de temperatura que se producen durante el día, explica la docente de UDLA.