Patricia Esparza, académica UDLA, se refiere al enorme vínculo entre la edad que tiene el consumidor y las formas de pago que suele utilizar mayormente: “especialmente la generación Z, quienes han cambiado los paradigmas respecto a los métodos de pago tradicionales hasta el punto, que incluso rechazan aquellos negocios que no operen con medios de pago mediante herramientas y sistemas electrónico".