Un menor de 11 años, diagnosticado con espectro autista, denuncio a través de una carta a la directora de su colegio las burlas que recibía de parte de su profesor de religión. La académica de UDLA, Alejandra Carrillo, asegura que "este niño, por como escribe, claramente identifica un conflicto, lo que es un aprendizaje tremendo para él, el darse cuenta de que esto me molesta, esto me hace mal y yo no quiero seguir viviendo esto".