Andrea Sarmiento, docente de UDLA precisa cuántas horas al día debiese permitirse a los niños estar conectados, según su edad: "Antes de los dos años, los niños no debiesen verse enfrentados a ningún tipo de pantallas, pero, posteriomente, entre los dos a cinco años, esto podría variar entre 30 a 60 minutos de uso, siempre con la supervisión de los padres. De los siete a 12 años, entre una hora y hora y media, también con la supervisión de los padres".